miércoles, 21 de mayo de 2008

Hoy es un gran día

Hoy, y mañana y pasado y el resto de mis días, decido
entregarte mi completa complicidad así
como mis diez uñas con sus diez dedos
mis ojos con sus lagañas
mis labios con su carnosidad
mi nariz rota
mis orejas con sus hoyos para cinco aretes
mi boca con su lengua
y mis dientes sin su muela
mi mirada nostálgica y
mi mirada enojada
mis pechos pequeños
mi tórax con su dolor eterno debajo de las costillas
te entrego mi ombligo profundo así como mi sexo coqueto
también te entrego mis rodillas chuecas para que las sobes cuando el dolor no me permita caminar, te enmarco mis pies para que sean tu inspiración insaciable de orgasmos visuales, también te comparto mi falta de retórica
te comparto mi corazón para que lo coordines con el tuyo
te doy mi espalda para que te recargues y
te doy mi vida para que la veas avanzar junto a la tuya.

3 comentarios:

ANTAR dijo...

FELICIDADES....

ANTAR.

Ritchie dijo...

Demasiado entregar...
¿Tal cómo hace el mísimisimo Dios hijo, sin esperar correspondencias?

Actitud divina sería esa...
Igual a la de las beatas que canonizó Sabines...

Moustro Verde dijo...

Así es Ritchie... otorgo sin esperar. Lo divino viene cuando soy correspondida.