
Este fin de semana esperaba truenos, relámpagos y centellas (tal encuentro de dioses enfurecidos); tenía poco interés por su llegada y aunque una parte de mi deseaba verlo, el saber que las cosas no andaban bien, que días atrás las discusiones y malos entendidos había sido la única forma de recibimiento me daba hasta flojera saber de él.
Pero el clima fue otro. Tenía tiempo que no estábamos en total calma disfrutando la compañía del otro.
¡Ah! Cómo te extraño Sr. Gruñón.
Pero el clima fue otro. Tenía tiempo que no estábamos en total calma disfrutando la compañía del otro.
¡Ah! Cómo te extraño Sr. Gruñón.
1 comentario:
Y yo como la extraño a usted.
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